No es necesario comentar que el vintage está de moda. Sí. Lo viejo, se lleva.
Son muchas las opiniones sobre el vintage: que si yo no me pongo ropa vieja, que si huele a humedad, que si no sé de dónde viene...
A parte de las negativas, siempre hay opiniones positivas. Saber que esa prenda tiene historia, que fue hecha en una época en la que la superproducción China no era ni un proyecto, es decir, eran prendas de calidad, hechas a mano en su mayoría. Pagamos, además de por coleccionismo, por calidad, a pesar de los años.
Quería hacer una recapitulación de un par de marcas que pisan fuerte en la ola vintage. Empezamos con Jean Muir, diseñadora británica que destacó bastante en los años setenta. Se centró principalmente en ir en contra de las tendencias, formas y largos de la época.
Biba era una popular tienda de ropa londinense de los años 60 y 70 que abrió la polaca Barbara Hulanicki con la ayuda de su marido. Se trataba de una tienda icónica que creció y sigue trabajando a día de hoy, como una referente para toda aquella interesada en moda que va a Londres. Apostó sobre todo por los prints y formas maximalistas.
Viajamos a Italia de la mano de Emilio Pucci. Fundada en 1947, su sello de identidad son los estampados geométricos con colores caleidoscópicos.
Al ver estas imágenes, vienen a mi mente imágenes de las recientes colecciones. Como por ejemplo, los estampados de Marni inspirados en Biba, o Dolce & Gabbana con la movida Pucci....
Lo cierto, es que volvemos atrás. Y eso no hay quien lo niegue.
